
Aunque la civilización la rodee, en Palombia se siguen cumpliendo los ciclos naturales. Como los que llevan a cabo los extraños cactus que florencen dentro del legendario Monte Urticando. Un hecho que ocurre cada quince años. En su desprenden un extraño polen que afecta a los habitantes de la selva. Un polen que se desprende desde el cráter del volcán y llegara hasta la entrañable criatura creada por Franquin …, recordándole a Marsu que comienza el ritual de iniciación de sus vástagos…
Bajo esa premisa nace “En el cráter del volcán” (“Le pollen du Monte Urticando”), el cuarto álbum de las aventuras de Marsupilami en solitario, de la mano de Batem, Yann y Leonardo Vittorio. Un álbum supervisado por Franquin en el que el equipo artístico no solo siguió demostrando la adecuación ideal para la serie, sino que dieron un paso más, consolidando la serie tanto de forma conceptual como artística.

En esta aventura, publicada por primera vez en Francia en 1989, nos encontramos con varios elementos que hacen grande esta serie, a priori infantil, pero disfrutable por público de cualquier edad. En primer lugar, la trama de este álbum va a permitir a Batem situar a Marsupilami en un correcto segundo plano, para ceder el foco principal a sus tres hijos. Ellos son los verdaderos protagonistas de esta aventura, pues van a ser sometidos al ritual de iniciación que como especie han de superar: el de sobrevivir sin la protección de sus progenitores.
Ello le va a permitir a Batem dar mayor consistencia a los tres pequeños marsus, revistiendo la personalidad de cada uno de ellos en las aventuras que vivirán. Unas aventuras en las que van a ser objetivo alimenticio de un feroz (y entrañable) depredador. Es pues el contexto perfecto para encontrarnos situaciones deudoras de la animación clásica, que Yann y Batem asimilan con naturalidad en la trama que nos presentan. Sin inventar nada nuevo, pero manejando con oficio los resortes y elementos para que la historia funcione.

Yann, con su arte, nos presenta en este álbum páginas que son una auténtica delicia para los fans del personaje. Ahondando en la selva, que ya la había hecho suya desde el primer álbum que se encargó (“La cola del Marsupilami”), demostrando su crecimiento en la serie conforme ésta avanza. El color de Leonardo Vittorio da el tono que ya es indisoluble y plenamente identificable con personaje y serie.
Editado en formato álbum europeo a este lado de los pirineos por Editorial Base en castellano y catalán, cuenta con la traducción de Mireia Porta Arnau. “Marsupilami. En el cráter del volcán” se postula como uno de los más destacados álbumes de la serie, por el protagonismo de las criaturas de Marsupilami, por la efectiva trama que presenta y el oficio desplegado por los autores que se encargaron del comienzo de la trayectoria de Marsu en solitario. Un álbum entrañable y divertido, de los que el tiempo no pasa. De los que siempre se disfrutan.
“Huba… ¡ Hop !!!»
