“Canta, oh Musa, la cólera del Shogun, de Hideyoshi Políorcetes, del Tomador de Ciudades, el Domador del Sur, el Brazo derecho del Solitario. Cuanta su lenta, callada labor bajo los muros negros de la ciudad de los idólatras. Su paciencia frente a la siempre renovada Demora, su impasibilidad ante el caprichoso Destino, su perseverancia contra el mudable Azar. Canta sus gestas, su figura de vigor indomable, sus palabras, que encendieron los pechos de los Compañeros. Su Espada, que rasgó de un tajo el mundo. Allí estaba la Horda, reunida contra Deeneím, la Perla venenosa del altiplano, la Flor podrida del desierto, nido de medrosos, guarida de insumisos. Allí estaba tendida la presa, incitante y lasciva sobre las colinas. El Fuego, las Huestes y el Hierro teñido de Sangre la cercaban, como sucesivos anillos concéntricos, como triples nudos de un lazo que el gran puño de Shogun anudaba al cuello de la ciudad maldita. La hora estaba madura”.
La segunda entrega de «Las Aventuras del Capitán Torrezno» nos sumerge en un viaje por los recovecos más profundos de la existencia humana, explorando temas de mortalidad, perspectiva y la relación entre la realidad y la ficción. Bajo la pluma del talentoso autor Santiago Valenzuela, este volumen nos lleva a través de un laberinto de reflexiones y narrativas entrelazadas que desafían nuestras percepciones y nos invitan a cuestionar la naturaleza misma de la vida y la creación. En este tebeo, se incluyen dos libros: “Limbo sin fin” y “Extramuros”.

En «Limbo sin fin», con los ojos del Capitán Torrezno contemplamos una mortandad inmensa, donde la tragedia de las vidas perdidas en un rincón olvidado de un trastero cualquiera nos confronta con la perspectiva que tenemos de las cosas y la proporción de aquello que experimentamos según el contexto en el que lo situamos. Santiago Valenzuela, el genio detrás de esta obra, nos ofrece una visión única sobre este tema, explorando la relación entre lo grande y lo pequeño, lo real y lo ficticio; y la naturaleza misma de la creación. Valenzuela aborda la cuestión de la perspectiva desde una óptica matemática y literaria, sugiriendo que en un sótano cabe el mundo, y que la creación de un mundo pequeño puede ser tanto un acto de grandeza como un gesto de desesperación. En este micromundo, los dramas y las vicisitudes merecen nuestra atención tanto como aquellos que se desarrollan en la realidad, pero al mismo tiempo, la parodia y la repetición pueden transformar lo grandioso en algo pequeño y privado. Esto nos enlaza con la siguiente historia que aparece en el integral, “Extramuros”, donde el Capitán Torrezno se embarca en un viaje de proporciones épicas a través de los túneles subterráneos de la ciudad de Deeneim, un laberinto de misterios y peligros que desafía incluso al más intrépido de los aventureros. A bordo de un tren que se desliza por los oscuros pasajes subterráneos, nuestro héroe se enfrenta a enemigos formidables y descubre secretos que cambiarán el curso de su destino. El telón de fondo de esta odisea es la inminente amenaza de una fuerza invasora, liderada por el malvado Shogun, que se prepara para asaltar la fortaleza de Deeneim con un ejército imponente y una caballería peculiar que desafía toda lógica y convención. Es en este contexto de guerra y traición es donde se forja el destino del Capitán Torrezno y sus compañeros, quienes deberán enfrentarse a sus propios demonios internos y luchar por la supervivencia de su hogar.
La obra se desarrolla en dos líneas narrativas entrelazadas: la del micromundo creado en el trastero, donde las pequeñas criaturas luchan por dar sentido a sus vidas, y la de la realidad, donde los personajes enfrentan sus propias batallas y desafíos. Con el paso del tiempo, estas dos realidades comienzan a fundirse, revelando que la realidad misma puede ser tan chapucera y repetitiva como la ficción que creamos. La importancia de contextualizar las cosas y comprender su variable importancia en relación con otros elementos es un tema recurrente en la obra de Valenzuela. Como se ve en el cómic, todo es convención, menos los átomos y el vacío, y recordar esto podría conducir a un mundo menos absurdo y conflictivo.

En el pequeño mundo creado en el trastero, las disputas teológicas y las guerras son una constante, reflejando la naturaleza humana en su forma más básica y primitiva. El interés de Valenzuela por la perspectiva va más allá de una mera obsesión personal; se relaciona directamente con el medio de la historieta. El cómic es un asunto de sótanos, de pequeñas viñetas donde cabe el mundo, y su grandeza reside precisamente en su pequeñez y en la habilidad para crear vida a partir de simples trazos en una hoja en blanco.
Por otro lado veremos que las referencias al mundo del cine y la literatura son evidentes a lo largo de toda la historia, desde los paisajes hasta los personajes emblemáticos que recuerdan a héroes y villanos de otras épocas y dimensiones. La influencia de «Star Wars« se hace sentir en la lucha entre el bien y el mal, mientras que «El Señor de los Anillos« se manifiesta en las batallas tan cruentas como espectaculares que podrían cambiar el destino de los habitantes del sótano. Pero más allá de las influencias externas, “Las Aventuras del Capitán Torrezno” son una celebración de la creatividad y la imaginación, un recordatorio de que en el mundo de la fantasía no hay límites ni fronteras que no puedan ser traspasadas. A través de sus páginas, nos sumergimos en un universo de maravillas y peligros, donde cada paso es una nueva aventura y cada encuentro una oportunidad para descubrir la verdad oculta detrás de las sombras.

La primera edición publicada de estas aventuras corrió a cargo de Edicions de Ponent en 2003 y 2004. Ahora, gracias a Astiberri tenemos esta reedición de este segundo volumen de siete en total, abarcado este volumen los capítulos tres y cuatro de la saga. “Las aventuras del Capitán Torrezno 2. Limbo sin fin y Extramuros” se presenta además con nueva portada realizada por Santiago para la ocasión. Cabe destacar que la historia de “Extramuros” fue nominada como mejor obra y mejor guion a los premios del Salón del Comic de Barcelona en 2005.
Al finalizar la travesía a través de los túneles subterráneos de Deeneim en el segundo volumen de Las Aventuras del Capitán Torrezno, nos encontramos confrontados con una verdad ineludible: la vida, en toda su complejidad y magnificencia, transcurre en su totalidad en un sótano. Incluso aquellos que parecen habitar las cumbres más altas de la existencia están a oscuras, sumidos en la misma penumbra que envuelve al resto de la humanidad. En medio de este laberinto de misterios y peligros, donde la sinrazón parece gobernar cada esquina, el ser humano se revela como una criatura diminuta, insignificante ante las vastas fuerzas que rigen el universo. La historia con sus grandes gestas y tragedias, sus éxitos y fracasos, sus momentos de gloria y de desesperación, cabe en un sótano, en una mísera y vulgar caverna donde la luz apenas alcanza a filtrarse. Y en medio de este panorama desolador, surge la pregunta inevitable: ¿Qué sabemos realmente de Torrezno? Pronto lo iremos descubriendo en los siguientes volúmenes. Por ahora disfrutemos de esta aventura del “Capitán Torrezno”.
