Se busca un Futuro Posible en el que Desear Vivir. La Bomba atónita

” Por favor, por favor, por favor,

que llegar a fin de mes

no nos impida evitar

llegar al fin del mundo”

En la encrucijada de la historia contemporánea, la humanidad se enfrenta a desafíos colosales que amenazan la existencia misma: el cambio climático, la crisis energética, la adicción a la tecnología y el consumo desmedido son males que, como sombras ominosas, se ciernen sobre nuestro planeta. Paradójicamente, aunque el destino parece condenarnos a un colapso inexorable, hemos interiorizado y normalizado este sombrío panorama. En esta vorágine de desafíos aparentemente insuperables, Miguel Brieva con su obra “Un Futuro posible en el que desear vivir” emerge como un cazarrecompensas de la esperanza, persiguiendo un nuevo relato colectivo que nos conduzca a un futuro en el que anhelemos vivir.

La primera arista de esta crisis global es el cambio climático, una fuerza destructiva que se agiganta día a día. Brieva nos confronta con la realidad desgarradora de la pérdida de biodiversidad, el deshielo acelerado y fenómenos climáticos extremos. La crisis energética, el segundo jinete del apocalipsis, se alza como una sombra, recordándonos nuestra dependencia insostenible de fuentes no renovables. La adicción a la tecnología, el tercer componente de esta tríada, nos sumerge en un abismo de desconexión humana y dependencia digital. En este viaje hacia el abismo, el dinero emerge como un dios moderno, un ídolo al que dedicamos nuestras vidas. Hemos comprado el relato de que acumular riqueza es el propósito último, y nos entregamos a un consumo voraz que agota los recursos del planeta. Nos hemos acostumbrado a vivir en una burbuja de ficciones escapistas, ignorando la realidad que se despliega más allá de nuestras pantallas. Además, hemos aceptado la premisa de que la maldad es inherente a la naturaleza humana, una creencia que perpetúa la resignación y el desencanto.

En medio de este paisaje desolador, Miguel Brieva se alza como un cazador de narrativas, un buscador incansable de un futuro posible en el que la esperanza florezca. Este creador fusiona talento, ironía y autocrítica para exponer las contradicciones de nuestra sociedad. Su visión profética, aunque a veces cruel, actúa como un espejo incómodo (pero necesario) que refleja nuestra realidad. En tiempos de premura y zozobra, la imaginación emerge como una herramienta poderosa que yace en lo más profundo de nuestra identidad humana. Abraza esta capacidad creativa como el antídoto contra la resignación. Propone que la única forma de superar los desafíos apremiantes que enfrentamos es reconfigurar nuestra narrativa colectiva: imaginar un futuro donde la sostenibilidad reemplace a la voracidad, donde la conexión humana prevalezca sobre la adicción tecnológica y donde la riqueza se defina por la equidad, convirtiéndose en una misión vital. Así nos confronta el autor con la cruda realidad, pero no se detiene ahí. Con astucia, Brieva nos insta a desafiar el relato predominante y a concebir un futuro utópico que pueda, de hecho, materializarse. Su llamado es a la acción, a despojarnos de la resignación que nos paraliza y a abrazar la imaginación como fuerza transformadora.

El dibujo de este autor sevillano nos envuelve en un caos estilizado. Líneas vibrantes y colores saturados dan vida a escenas urbanas que se desintegran ante nuestros ojos. Edificios deformes, personas que se desvanecen en la multitud, todo impregnado de una sensación de urgencia. Este caos estilizado no es solo estético; es un reflejo visual de la anarquía que permea la sociedad moderna. Cada viñeta cuenta una historia diferente de desorden y desesperación, pero todas convergen hacia un clímax apocalíptico. Las páginas sucesivas despliegan una sátira mordaz. Personajes caricaturescos se deslizan por un mundo distorsionado, donde la crítica social se viste con la máscara de la comedia. La riqueza se representa como una carga pesada y absurda, mientras que las relaciones humanas se desdibujan en gestos vacíos. Utiliza la sátira para diseccionar las contradicciones de la sociedad contemporánea, revelando cómo nuestras acciones cotidianas nos acercan inadvertidamente al precipicio. La saturación visual refleja la voracidad insaciable que caracteriza al modo de vida moderno. Cada viñeta es un recordatorio gráfico de cómo el exceso y la acumulación nos arrastran hacia el precipicio del agotamiento de recursos. Brieva, con su estilo vibrante, nos insta a confrontar la obsesión colectiva por el consumismo.

La primera edición se publica bajo el sello editorial Astiberri, con un formato de tapa dura y 168 páginas a color. En su línea llamada Sillón Orejero tenemos este relato, desprendiendo su acertada mezcla de apocalipsis y humor gráfico en lo más extremo. En el cierre de «Se busca un futuro posible en el que desear vivir» nos sumergimos en la reflexión sobre el anhelo de un modelo de convivencia capaz de sostener a siete mil millones de seres vivos, todos miembros de una especie que ha estado acostumbrada a «montárselo fatal«. Miguel Brieva, el visionario tras estas páginas de revelación, nos invita a considerar cómo podríamos, colectivamente, reinventar nuestra existencia y tejer un tapiz donde la vida no solo sea sostenible, sino también deseable. Nos desafía a dejar atrás la resignación y a abrazar la responsabilidad de cocrear un futuro donde desear vivir sea la norma. Es una llamada a cada uno de nosotros, como individuos y como sociedad, a imaginar y construir un mañana que trascienda las limitaciones autoimpuestas del pasado. En estas palabras finales, resonando con las viñetas de Brieva, se encuentra la promesa de un renacer, donde la creatividad, la colaboración y el amor por la vida son las fuerzas motrices que nos llevan hacia un mañana lleno de esperanza y posibilidad. Y si todo eso no os convence… Se busca: Botella de vino junto a dos vasos con el primer rayo de luz del amanecer. Se recompensará generosamente cualquier información al respecto.

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