En la era digital actual, los adolescentes se encuentran inmersos en un mundo donde la comunicación se ha transformado radicalmente gracias a plataformas como YouTube. Este fenómeno no solo ha alterado la forma en que se relacionan entre sí, sino que también ha introducido nuevas oportunidades para aquellos que buscan ganar dinero fácil compartiendo videos de sí mismos realizando diversas tareas. Esta es la premisa inicial que utilizan Mark Millar, Juanan Ramírez y Fabiana Mascolo en “Night Club”.
Entre la adolescencia contemporánea y la mitología de lo sobrenatural surge esta historia fascinante que entrelaza la búsqueda de dinero fácil en YouTube con el mordisco vampírico. A sus 17 años, nuestro protagonista se encuentra ante un dilema existencial único: ¿vivir en las sombras, bebiendo sangre humana, o utilizar sus nuevos dones vampíricos para perseguir la vida soñada de un superhéroe disfrazado? Este adolescente, recién mordido por un vampiro, se ve envuelto en un mundo de dualidad y elecciones morales. La omnipresencia de plataformas de comunicación digital como YouTube agrega ese detalle actual a una estructura narrativa clásica, retratando la vida de aquellos que buscan la fama y lo fácil compartiendo videos de sí mismos realizando tareas cotidianas, aunque en este caso, las habilidades sobrenaturales se añaden un plus «especial».

La historia da un giro cuando este joven en su búsqueda de singularidad y emoción (después de un accidente), se encuentra con un vampiro. Un mordisco… y su destino cambia para siempre. Se convierte en algo más que un adolescente ansioso por la fama en las redes sociales; ahora es un ser inmortal con habilidades sobrenaturales. La narrativa toma un giro emocional cuando nuestro protagonista decide confiar en sus amigos más allegados. La revelación de su existencia vampírica se convierte en un acto de vulnerabilidad, una búsqueda de comprensión en medio de la dualidad que define su vida. La reacción de sus amigos varía desde la incredulidad hasta el miedo, pero algunos optan por aceptar la realidad y apoyar a su amigo en esta nueva y extraña travesía. La relación entre el adolescente vampiro y sus amigos se convierte en un elemento central de la historia. La lealtad y el apoyo de aquellos que conocen su secreto se vuelven fundamentales en su viaje de autodescubrimiento. La dualidad entre la vida en las sombras y la exposición en línea se refleja en las relaciones personales, creando una tensión única que impulsa la narrativa hacia adelante.
Mark Millar («Nemesis«, «American Jesús» o»Kick-Ass«), un arquitecto narrativo consumado en el mundo del cómic, ha logrado una vez más una proeza creativa única: la amalgama de elementos tan diversos como la adolescencia, los vampiros y el universo de los superhéroes. Al mezclar la adolescencia con el manto de la noche vampírica, Millar aporta ese enganche a los jóvenes lectores. Bien es cierto que no es una mezcla original, pero si la forma que la lleva a cabo Millar despierta el suficiente interés en esta obra. Sus personajes adolescentes, ahora dotados de la seducción y la oscuridad de los vampiros, enfrentan dilemas únicos que desafían no solo sus habilidades sobrenaturales sino también sus propias inseguridades y anhelos juveniles. Los vampiros de Millar pueden enamorarse, desafiando así la concepción tradicional de criaturas sin alma. A través de sus historias, explora el vínculo entre la inmortalidad y la eterna juventud, sugiriendo que los vampiros no son solo depredadores sino también individuos que buscan encontrar su lugar en un mundo que cambia rápidamente. Millar se sumerge en las aguas turbulentas de los conflictos morales, utilizando la presencia de vampiros y superhéroes para explorar dilemas éticos que trascienden lo sobrenatural. ¿Cómo reconcilian estos adolescentes vampiros su necesidad de sangre con sus aspiraciones heroicas? ¿Pueden realmente ser héroes mientras llevan la carga de su naturaleza oscura? Los giros de trama no son simplemente herramientas de sorpresa; son catalizadores que obligan a los personajes a enfrentar nuevas realidades y tomar decisiones que definen sus arcos de desarrollo.

Juanan Ramiréz (“Genis-Vell: Captain Marvel”,”Venom” o ”Darkhawk: Airborne”) demuestra su habilidad para coreografiar visualmente las acciones en sus páginas, creando secuencias que fluyen naturalmente de una viñeta a otra. Cada golpe, cada salto y cada expresión facial se convierten en elementos clave para que el tebeo funcione. La capacidad de Ramírez para transmitir el movimiento y la energía a través de sus ilustraciones contribuye significativamente a las escenas de acción, consiguiendo que el lector quede atrapado en el movimiento. Ya sea en una confrontación épica o en un momento de introspección silenciosa, su destreza en la dibujo establece el tono y el ritmo de la historia.
Fabiana Mascolo demuestra su habilidad para crear armonía cromatica en medio de la diversidad ambiental de este tebeo. Los colores no solo son herramientas estéticas; también son instrumentos psicológicos que influyen en las percepciones emocionales de los lectores. Y la elección de los mismos por Mascolo crea el ambiente emocional preciso en cada momento: inquietante, de suspese o de alegría, siendo un componente esencial de «Night Club». Ya sea resaltando un objeto crucial en la trama, diferenciando la luz de la sombra o destacando la figura central en una escena, Mascolo utiliza colores para dirigir la atención del lector de manera totalmente efectiva.

La edición original de Image Comics empezó a publicarse en el mercado americano en diciembre de 2022. Panini Comics lo ha editado directamente en un volumen que contiene las seis grapas de la serie: 176 páginas en tapa dura y lomo plano. Al final del mismo tomo incluye una pequeña biografía de cada autor, además de añadir las portadas alternativas realizadas por Juanan Ramirez, Matteo Scalera y Ben Templesmith en blanco y negro. Esto espera en el volumen cuya portada es obra de Greg Capullo.
“Night Club” se mantiene firme como un cómic que sabe cómo jugar con las convenciones del género para entretener. Aunque las conveniencias y giros narrativos del cómic puedan hacer que muchos arqueen una ceja. Pero al final , es la capacidad de este tebeo para sumergir a los lectores en un mundo de emociones intensas y sorpresas gratificantes lo que asegura que esta historia sea una elección satisfactoria para aquellos que buscan una aventura llena de acción y diversión, sin más pretensiones que pasar un buen rato. A medida que bajamos el telón de este relato de juveniles vampiros, no podemos evitar emocionarnos ante la promesa de futuros arcos argumentales que lleve a cabo Millar. Será divertido.
