
Se entiende por “Potlatch” a la ceremonia practicada por los indios norteamericanos para desprenderse de sus bienes en un intercambio. Es un acto propio de superación de la dependencia que producen los bienes poseídos e, implícitamente, un proceso en el que, en ocasiones, el “desprenderse” de esos objetos puede producir un camino de duelo o posible depresion. Si a ese acto le sumamos que quien quiere hacerlo es una persona que padece Hipertimesia (una memoria biográfica superior), la relación objeto – valor – memoria es notablemente más profunda.
Estas cuestiones planean en “Potlatch”, el cómic de Marcos Prior y Danide que ha vuelto a las librerías de la mano de ECC Ediciones. Un tebeo donde se explora, a través de una crítica nada velada, la sociedad de consumo donde estamos todos inmersos. Como Máximo, el protagonista de la obra que padece hipertimesia y trabaja en una agencia de detectives. Su enfermedad marca la forma de relacionarse que tiene con el mundo y sus objetos. Cuando aparece Claudia, algo cambia en Maxímo, sintiendo una atracción por ella que le conducirá a replantearse su relación con los objetos que tiene.

A modo de catarsis contenida discurre este tebeo, donde Prior y Danide reflejan muchos de los sinsentidos de la sociedad occidental actual. Implícitamente nos señalan ese camino de “adoptar estilos de vida” influido por las estrategias de marketing. En su mirada, están presentes elementos significativos de la cultura popular contemporánea, apareciendo en ocasiones diluida en los envoltorios comerciales con la que se nos dan a conocer, como las marcas intrínsecas de nuestra sociedad ; en otras perfectamente aislados en su valor cultural intrínseco. Paradójicamente, en esta sociedad hiperconectada, la incomunicación sigue presente de forma determinante. Ese el contexto en el que se despliega el relato que protagoniza Máximo. Un tipo peculiar que sirve de catalizador para dejar cuestiones de calado planeando a lo largo del tebeo.
Danide, con su acertado estilo gráfico, nos mete de lleno en este tebeo ambicioso, por forma y fondo. Que va más allá del relato escapista para confrontar al lector con elementos de peso, para que cuestione o reflexione. Como un acicate que espolea de forma orgánica la materia gris, Potlatch se despliega de forma solvente en unas páginas que pueden despertar cualquier respuesta, menos la indiferencia.

Publicado originalmente por Norma Editorial a finales de 2013, ECC lo acaba de rescatar en una reedición en cartoné de 128 páginas en cartoné, con abundantes extras. Por lo que encierra en su recorrido, “Potlatch” demuestra que sigue tan vigente como cuando se estrenó la década pasada, pues lo que cuenta sigue siendo un acertado Zeitgeist de la actualidad. Original, valiente, en ocasiones desconcertante. A todas luces, ingeniosamente certero. Un tebeo que, en definitiva, estimula.
