
En menos de siete horas de cuando se escriben estas líneas, “The hottest band in the world” dará el último show del “End of the Road Tour”. Tras haberse despedido de Europa, Asia, Oceanía y América, el Madison Square Garden es el escenario elegido para que Paul Stanley rompa su última guitarra y Gene Simmons escupa fuego y sangre. Una despedida en toda regla y por todo lo alto. Retrasmitida en directo a todo el mundo. A lo grande , como nos tienen acostumbrados KISS.
Si estás leyendo esto sabes de la importancia de esta banda, fundada hace cincuenta años en Nueva York por Gene Simmons, Paul Stanley, Peter Criss y Ace Frehley. Revolucionaron el hard rock introduciendo altas dosis de espectáculo, empezando por esos maquillajes que ya son icónicos y desarrollando en escena cada uno de los miembros una personalidad acorde al personaje que encarnaban: The Demon, The Starchild, The Catman y The Spaceman eran tan icónicos como potentes las canciones del grupo.

Desde entonces han estado siempre ahí, a pesar de modas que vienen y modas que pasan. Con cambios de formación la banda siempre ha seguido adelante gracias al tesón de Simmons y Stanley, que desde el primer momento tuvieron una visión muy profesional del rock business. Trabajando concierto a concierto llegaron a exportar su imagen a cualquier clase de productos. KISS a estas alturas se podría considerar casi una marca, por todos los productos comercializados donde se ha impregnado su logo. Pero ante todo son una banda de rock y están las canciones que lo atestiguan. Temas ya atemporales, icónicos, eternos. Que apelan al instinto, a lo primario y esencial. Donde sus acordes, con solo sonar, apelan a la diversión, la emoción y el instante. Porque siempre queremos “Rock and Roll all nite… and party everyday!”
Podría hablar de cuando se convirtieron en una de mis bandas favoritas, aquel 92 cuando el grunge le quitó diversión al Rock y se empezó a deslucir la escena de Sunset Boulevard. En aquellas fechas, servidor iba a uno de los bares de su pequeña ciudad y, en aquella juke box de videoclips, elegíamos con los colegas las tres canciones que iban a sonar. Una de las dos fijas era “God gave rock’n roll to you II” de KISS. Cuestión de actitud.

Mi primer contacto fue con «Revenge». Sin maquillaje, pero igualmente poderoso. Pues la combinación de energía y actitud estaba ahí. Investigando sus anteriores trabajos se confirmó mi adhesión: «Dressed to kill», «Destroyer», «Kiss», «Rock and Roll Over», «Love Gun», «Lick it up», «Creatures of the night»…. y los dos míticos «Alive!»; todo un soundtrack ideal para afrontar con vitalidad los últimos años de adolescencia. Luego llegó el tercer «Alive!», el gran “Unplugged” que llevaron a cabo y la reunión de la banda original con la vuelta del maquillaje. “Psycho Circus” y la serie de cómics que editaron con Image (que los fans españoles tuvieron que completar en inglés puesto que Planeta decidió cancelar la serie). El mítico concierto en París de la gira de Alive’35, donde reprodujeron íntegramente en el escenario su mítico primer disco en directo. “Sonic Boom” y “Monster”, como ejemplos de que aun tenían cosas que decir en estudio. El KISS Kompendium, un magnifico absolute donde compilaron todos los comics de KISS hasta la fecha (incluidos los clásicos one-shots con Marvel Comics), a los que hay sumarle los que estos últimos años han llevado a cabo con Dynamite. Junto a eso, la joya para fans que es el “KISS rock Vegas” y los conciertos de los últimos años, en los que si bien no ofrecían nada nuevo si que garantizaban un solvente y enérgico show.
Si has salido de tu país para verlos en directo, sabes de lo que hablo. Si te has maquillado para la ocasión, conoces lo que ocurre cuándo se oye la presentación más famosa del rock:
«You wanted the best,
you got the best.
The hottest band in the world: KISS!»

Cae el telon y se para el tiempo para los asistentes. “Detroit Rock City” comienza a sonar y todo cobra sentido:
“ Get up
Everybody’s gonna move their feet
Get down
Everybody’s gonna leave their seat”
Fuegos artificiales, Gene con sus trucos de fuego y vomitando sangre, ascendiendo a lo alto del escenario para ejecutar “I love it loud”. Paul volando entre el público para culminar desde la otra parte del estadio “Love Gun” y continuar con “I was made for loving you”. El subidón de energía de “Should it out loud”, el macarrismo más ochentero de “Heavens on fire” (“Baby don’t stop, take it to the top”) y “Lick it up” (combinada con «Won´t get fooled again» de The Who), la energía de “Deuce”, “War Machine”, “God of Thunder” o “Cold Gin”. Las vacilonas “Callin´ Doctor Love” y “Do you love me”. El climax que supone “Black Diamond” o la intensidad que mantiene, “Psycho Circus”, aunque la voz de Paul haya conocido tiempos mejores.
Al lado de Paul y Gene, los siempre eficientes Eric Singer y Tommy Thayer cumplen con oficio su papel desde hace más de dos décadas. Como cuando Eric Singer hace suya “Beth” o Tommy Thayer ejecuta los solos clásicos de “Spaceman” con eficaz resultado. Todo eso espera hoy, por última vez en el Madison Square Garden.

Desde este rincón del universo, el arriba firmante, que ha vibrado con «the hottest band in the world» en varias ocasiones, sabe que, aunque este sea “the last show”, KISS seguirá. No solo porque el concepto se mantenga a pesar de que Paul y Gene cuelguen las botas, sino porque lo más importante seguirá sonando en las casas de los millones de fans que tienen repartidos por el mundo: sus canciones. Porque un “Rock and roll all nite” a tiempo te puede alegrar el día. Y eso es eterno. Por eso, Paul Stanley, Gene Simmons, Ace Frehley, Peter Criss, Eric Carr, Eric Singer, Tommy Thayer, Vinnie Vincent, Mark St. John y Bruce Kulick, miembros pasados y presentes de la banda, forman parte de la historia del mejor Rock hecho en este planeta. Puro fin de siglo XX. Con todos sus excesos. Con toda su magia.
“The party’s just begun, we’ll let you in
You drive us wild, we’ll drive you crazy
You keep on shoutin’, you keep on shoutin’
I wanna rock and roll all night and party every day”
