Sin ser una vida ejemplar, al estar marcada por robos en su mayor parte, la vida de Jean-Claude Pautot tiene el suficiente interés para cualquier lector: Como atracador, fue uno de los más buscados en la Francia de los año 80 y consiguió esquivar su detención en varias ocasiones. Incluso pudo, con el tiempo, dejar atrás su vida delictiva y formar un hogar, con un trabajo dentro de los parámetros legales. Pero el pasado siempre llama a la puerta y cobra la factura con intereses: una detención y el ajuste de cuentas pertinente con la ley francesa.

Con sus aciertos y errores era la vida de Pautot merecía ser contada y conocida. Así lo entendió Laurent Astier, que a partir de sus vivencias construyo “Frente al muro“ (“Face au mur”), editado en castellano por Cartem cómics, cuyo segundo y último volumen abordamos hoy.

Como en la primera entrega “Frente al Muro 1”, Laurent Astier ahonda en episodios de la vida de Paulot, sin un orden cronológico establecido, pero que conformen avanzamos en su lectura obtenemos un retrato bastante certero de la vida fuera de la ley que tuvo Pautot. En este volumen seremos testigos de varios hechos capitales, como su primer “golpe” siendo niño; o los juicios llevados a cabo cuando lo detuvieron años después.

El juego de colores sigue presente en el segundo volumen de la obra, aplicando un color predominante en cada época vivida por Pautot. Recurso cromático que refuerza el contexto emocional y vital del personaje en cada momento de tiempo. Del mismo modo, el preciso y realista trazo de Astier evoca la dura verdad que encierran estas viñetas en cada páginas. Denotando todo ello el oficio de Laurent Astier como autor completo, que cuida todos los detalles y aspectos del cómic para que funcione de forme certera y sea un todo. Porque este tebeo cuenta en definitiva una vida, y esa sensación planea en todo el recorrido de «Frente al Muro».

Eso es debido a que todo lo vertido en el cómic nace del verbal que Jean-Claude Pautot dio a Astier en las charlas que mantuvieron. Y se nota en el relato, por la sensación a verdad cruda que desprende cada una de las historias dibujadas. Sin estridencias, pero con la dureza característica de la dura vida que se puede apreciar en cualquier urbe europea, donde cuando se crece no hay más destino que el marcado para el rebaño. Esa sensación planea hábilmente en algunos de los capítulos de la obra. Las partes más criminales, al igual que en el primer volumen, están contadas sin excesos, pero también sin anestesia. No hay espacio aquí para moralejas ni moralinas. Solo una vida. Los juicios de valor se reservan para el lector, hecho que redunda en beneficio de esta obra áspera y cruda, sólidamente construida sobre los cimientos de la verdad.

Al igual que el primer volumen, “Frente al Muro 2” se editó en Francia por Casterman en 2018 y recientemente lo acaba de estrenar en castellano Cartem en un cuidado volumen de 128 páginas que cuenta, como su antecesor, con la traducción Mateo Pierre Avit Ferrero. Un segundo volumen que consolida esta obra como una de las más veraces sobre delincuencia. Entre la serie negra y el drama carcelario, vemos los múltiples aspectos de esta vida: la soledad de estar entre rejas, los atracos como modo de escapar de un futuro sin oportunidades, la delincuencia como forma de vida, el intento de partir de cero dentro de la ley y la redención. Tanto la legal como la personal aun estando «frente al muro”. Sin duda, estamos ante un tebeo que deja huella. Como la vida del hombre que cuenta, con sus luces y sus sombras.