«¡GRITE! Hágalo hasta desgañitarse, en la comodidad de su hogar sin necesidad de alamar a sus seres queridos. Con nuestro cómodo y avanzado “Casco de Aislamiento Acústico” usted podrá dar rienda suelta a toda la furia, frustración y odio que, inevitablemente, acumulamos en nuestro día a día. Nada como una sesión de alaridos desaforados para liberarse de toda carga negativa y poder mostrar a los suyos su lado más amable. Grite, grite, grite y grite hasta reventar sus cuerdas vocales, nadie podrá escucharle. ¡El sueño de millones de personas al fin al alcance de su mano! ¡La revolución en autocontrol emocional! Para usted, que pasa sus días al borde del colapso nervioso, que conoce el sabor amargo de la rabia, que medita a menudo sobre cómo deshacerse de sus molestos semejantes, que siente segundo a segundo cómo se lo llevan cien mil demonios y lo único que desea es cagarse en absolutamente todo… ¡!GRITE!!«

Este pequeño fragmento proviene del tebeo de Mario Riviére: «Amanece en Ciudad Despojo». Un cómic que es una auténtica odisea que mezcla mundos distópicos, horripilantes y absurdos, retorciendo la realidad a cada página que pasas. Antes de adentrarnos en los entresijos de esta historia, es esencial entender el contexto en el que esta obra se desarrolla. Ciudad Despojo es una creación de Rivière, un lugar donde la normalidad ha sido desterrada, donde la realidad se desdobla en una sucesión de horrores y maravillas. Es un territorio antiutópico, un agujero dantesco y peligroso donde la lógica y la cordura han perdido su sentido. En esta ciudad ficticia, asistimos a un desfile macabro de personajes y situaciones que desafían cualquier intento de categorización. Desde desahucios infernales, sacrificios satánicos, instantes publicitarios, Vomitron, Doppelgängers, entes parasitarios y héroes al borde del colapso mental, entre otras muchas cosas. Esta peculiar metrópoli es un crisol de pesadillas y delirios. Cada esquina de esta ciudad está infestada de lo inesperado, donde lo grotesco se convierte en moneda corriente y lo absurdo es la norma.
Ahora que hemos establecido el escenario detrás de esta obra, es hora de sumergirse en su corazón. Lo que hace que «Amanece en Ciudad Despojo» sea tan especial es su capacidad para mezclar elementos aparentemente inconexos en una narrativa coherente y adictiva. Desde el principio, se adentra en el terreno del tebeo underground e independiente. Estas historias cortas y fragmentos de irrealidad se deslizan por las páginas con una energía cruda y una falta de restricciones que es característica de este género. Rivière rompe las convenciones de la narrativa convencional y se entrega al caos creativo. Los cómics de terror de los años 50 de EC Comics son una influencia palpable en la obra de Rivière. Aquí, encontramos horrores que harían palidecer a los relatos más macabros de aquella época, pero llevados al extremo y alucinados. El humor negro se encuentra en abundancia en esta inquietante obra. La comedia retorcida y la sátira mordaz se entrelazan con las situaciones más grotescas y perturbadoras, creando un equilibrio que oscila entre la risa y el espanto. El espíritu del pulp y el cine de terror de serie B se infiltra en estas páginas. Hay una sensación de nostalgia por la era dorada del entretenimiento de terror, pero llevada a un extremo que raya en lo delirante. Cada una de ellas es un asalto a los sentidos, una experiencia que retuerce la mente y desafía la lógica.

El estilo de dibujo de Mario Rivière es una exhibición de singularidad y eclecticismo, una fusión de influencias que se combinan para crear un mundo desconcertante. Este autor no escatima en detalles impactantes. Sus ilustraciones están repletas de elementos visuales que requieren una exploración minuciosa por parte del espectador. Cada viñeta está llena de objetos inquietantes, símbolos ocultos y referencias a la cultura pop que enriquecen la experiencia de lectura. Este nivel de detalle contribuye a la atmósfera densa y cargada de sus historias. Rivière demuestra una habilidad impresionante en la composición de sus viñetas y páginas. A menudo utiliza diseños intrincados y perspectivas inusuales para guiar la mirada del lector a través de la historia. Esto crea un sentido de movimiento constante y una sensación de inmersión en el mundo de Ciudad Despojo. Además, sus viñetas pueden romper los límites tradicionales, fusionándose unas con otras para crear secuencias fluidas y a menudo caóticas. El estilo de Rivière es un testimonio de sus influencias eclécticas. Se pueden rastrear elementos del cómic underground, el manga, el cine de terror clásico y la cultura pop en sus obras. Estas influencias se entrelazan de manera sorprendente, creando una mezcla única que desafía las categorizaciones convencionales. La expresividad de los rostros de los personajes es un aspecto destacado en el estilo de dibujo de Rivière. Sus personajes transmiten una amplia gama de emociones a través de sus gestos y expresiones faciales, lo que les confiere una profundidad y humanidad a pesar de su entorno surrealista. Rivière se deleita en la representación de detalles macabros y siniestros.
La edición se publicó en España bajo el sello editorial La Felguera. Está englobado en su línea llamada Colección Artefactos, con un formato en tapa dura con 104 páginas. Para destacar en esas páginas, según avanzas en la historia el color comienza en blanco y negro, en un punto concreto pasa a color con ese recuerdo a los comics americanos de la EC, para finalizar otra vez en blanco y negro.

Llegamos al final de nuestro viaje a través de las páginas de «Amanece en Ciudad Despojo» de Mario Rivière, y lo que hemos experimentado es una odisea que perdurará en la memoria mucho después de haber cerrado el tebeo. Esta obra singular es una amalgama inigualable de lo distópico, lo aterrador y lo disparatado, una creación que desafía las convenciones de la narrativa gráfica y nos sumerge en un abismo de imaginación y pesadillas. El talento de Rivière como ilustrador y narrador es innegable, y su capacidad para crear un mundo tan vívido y retorcido merece una reflexión final. En conclusión: una experiencia única..
