
Durante los últimos años de la Segunda Guerra Mundial, el mundo fue testigo de uno de los capítulos más sombríos de la historia bélica: el bombardeo masivo de Japón. Entre 1944 y 1945, las fuerzas aéreas aliadas llevaron a cabo una campaña devastadora sobre las principales ciudades japonesas, con el objetivo de socavar la capacidad militar y la moral del país. La estrategia de bombardeo comenzó con incursiones puntuales, pero pronto se intensificó en una campaña a gran escala. Uno de los bombardeos más icónicos fue el que tuvo lugar el 9 de marzo de 1945, conocido como el bombardeo de Tokio. En esta incursión, más de 300 bombarderos B-29 lanzaron una lluvia de bombas incendiarias sobre la ciudad, provocando un catastrófico fuego que arrasó vastas áreas urbanas. Se estima que alrededor de 100,000 personas perdieron la vida en ese solo ataque, convirtiéndolo en uno de los más mortales de la historia. El bombardeo a Japón no solo implicaba la utilización de bombas convencionales, sino también de bombas incendiarias. Estas últimas, especialmente efectivas en las condiciones urbanas densamente pobladas, generaban incendios masivos y difíciles de controlar. Las ciudades japonesas, construidas en su mayoría con materiales inflamables, se convirtieron en auténticos infiernos, dejando un rastro de destrucción y pérdida de vidas humanas. Sin embargo, a pesar de la intensidad y ferocidad de los bombardeos, Japón mostró una feroz resistencia y se negó a rendirse. La determinación y el espíritu de lucha del pueblo japonés se mantuvieron intactos.
De estos hilos se teje la historia del manga que tenemos entre manos: “Una Mujer y la Guerra”( «Sensou to Hitori no Onna»,戦争と一人の女 ) de la autora Yoko Kondo. La trama principal: relata la vida de una mujer exprostituta. Ella es incapaz de sentir placer, además intenta compartir con su amante la exaltación erótica que le provoca el fuego y la destrucción en medio de las ruinas y los cuerpos carbonizados que aparecen cada día en Tokio. En medio de la devastación de la guerra, surge esta historia que desafía las convenciones y explora los límites de la humanidad. Este relato nos sumerge en la vida de un hombre y una mujer cuyos caminos se cruzan en un escenario marcado por el caos y la desesperación. Aunque la guerra les ha arrebatado mucho, descubren que también ha despertado algo más profundo en su interior: sus bajos instintos. Este relato provocador y desafiante nos invita a reflexionar sobre los aspectos más oscuros de la naturaleza humana y cómo la guerra puede despertar esos impulsos latentes. Nos muestra cómo el entorno hostil puede llevar a las personas a buscar consuelo y satisfacción en maneras que nunca podrían haber imaginado en tiempos de paz.

La autora Yoko Kondo adapta los relatos de Ango Sakaguchi al manga. Llevando la literatura japonesa un paso más allá, acercándolo a las masas de lectores otakus. Esta artista debutó como dibujante mientras aún cursaba sus estudios, con un estilo único y de trazo muy limpio. Se le relaciona con el círculo de personas más cercano de la revista “Garo”, por ese estilo tan particular. Esta revista antológica mensual destacó por su enfoque vanguardista y su disposición a desafiar las convenciones establecidas en el manga. Se convirtió en un punto de encuentro para artistas y escritores que buscaban explorar temas más oscuros, controvertidos y experimentales en sus obras. Por eso motivo Kondo se adaptó en un espacio de libertad creativa y expresión artística, donde los artistas podían romper barreras y explorar nuevas formas narrativas.
La primera edición fue publicada por Seirin Kogeisha en 2012 en Japón. En 2023, mediante a la editorial Gallo Nero, se edita por primera vez en España. Con un formato de 15×21 centímetros y 148 páginas en blanco y negro. Gracias al trabajo de los traductores Yoko Ogihara y Fernando Cordobés podemos deleitarnos con esta obra en castellano.

En conclusión, «Una Mujer y la Guerra» es un manga excepcional que logra retratar de manera conmovedora y realista las vicisitudes de una mujer y un hombre en tiempos de guerra. A través de su narrativa y su arte, la historia nos sumerge en un mundo de sexualidad, crudeza y cierto toque de sadismo. Además, nos ofrece una visión profundamente emotiva de las consecuencias de la guerra en la vida de las personas. A través de sus personajes secundarios bien desarrollados, somos testigos de los efectos devastadores de la violencia y cómo puede moldear y transformar las relaciones. Este es un manga que no solo entretiene, sino que también nos conmueve y nos invita a reflexionar sobre la condición humana en tiempos de adversidad. Una obra que merece ser leída y apreciada por amantes del manga y aquellos interesados en historias que trascienden más allá de la psicología humana.
