Las Aventuras del Capitán Torrezno Volumen 3. Volvemos a Deeneim

Agárrate fuerte, porque te voy a llevar de paseo por las páginas del nuevo integral de “Las Aventuras del Capitán Torrezno” de Santiago Valenzuela que te harán revolcarte de risa y, al mismo tiempo, te pondrán a pensar más que un filósofo en su tercer café de la madrugada. Si ya estábamos enganchados a este héroe muy a su pesar, agarraos los pantalones porque vamos a meternos de lleno en el jaleo de Deeneim. Este no es solo el epicentro de la batalla, sino el rompeolas donde chocarán todas las corrientes de locura y realidad.

Deeneim, esa joyita perversa del Micromundo, no es cualquier ciudad. Es la guinda del pastel de las conquistas del Gran Khan, «el martillo de los creyentes». Imagina una ciudad levítica, un nido de víboras teologales y el refugio de ejércitos derrotados. Suena acogedor, ¿no? Pues no te hagas ilusiones. Deeneim está destinada a ser el rompeolas de todos los fanatismos. Aquí no hay descanso, solo un constante chocar de trenes de la realidad y la fantasía, la epopeya y el costumbrismo. Y en medio de este caos, tenemos a nuestro Capitán Torrezno, un tipo que no pidió ser héroe, pero aquí está.

Este lugar no es solo un escenario; es un personaje en sí mismo y, a la vez, el campo de batalla definitivo donde se enfrentan todas las fuerzas del Micromundo. Deeneim es el dique de los fanatismos, el lugar donde la realidad y la fantasía chocan de frente. Aquí, el Capitán Torrezno no solo lucha contra ejércitos enemigos, sino contra las mismas fuerzas que buscan darle sentido a su existencia. El asedio de Deeneim es la culminación de todas las tramas y conflictos que hemos seguido a lo largo de «Las aventuras del Capitán Torrezno». Es una lucha épica, cargada de tensión y dramatismo. Pero no se trata solo de la batalla física. El autor nos lleva a través de una odisea emocional y filosófica, explorando las profundidades del fanatismo, la fe y la desesperación.

Uno de los aspectos más brillantes de este integral. que engloba dos historias llamadas “Capital de provincias dolor” y “Los años oscuros”, es cómo el autor usa la sátira para explorar temas serios y profundos. La guerra, la religión, el fanatismo, la fe, la desesperación… Todos estos temas se abordan con un humor mordaz que te hace reír y pensar al mismo tiempo. La sátira no es solo una herramienta para hacer reír; es una forma de criticar y reflexionar sobre la condición humana. En «Capital de provincias dolor«, la burla se enfoca en la guerra y la religión, mostrando cómo ambas pueden ser herramientas de opresión y sufrimiento. En «Los años oscuros«, se vuelve más introspectiva, cuestionando la mundanidad y la propia existencia. Es un viaje de lo colectivo a lo individual, pero siempre con un ojo crítico y mordaz.

Ambas obras, aunque diferentes en estilo y enfoque, comparten una visión crítica y profunda de la vida, la guerra y la religión. «Capital de provincias dolor» es más reflexivo y serio, centrado en las consecuencias de la guerra desde una perspectiva humana y trágica. Por otro lado, «Los años oscuros» rompe con todo lo anterior y se sumerge en una exploración más caótica y filosófica de la existencia. Lo que une a estos dos relatos es la habilidad del Santiago Valenzuela para usar el sarcasmo como una herramienta para desmenuzar temas complejos y dolorosos. Tanto en la guerra como en la vida cotidiana, todo se convierte en un espejo que refleja las absurdidades y tragedias de la condición humana.

Editadas en su momento por De Ponent en 2005 y 2006, Astiberri las acaba de recuperar en este integral. Dos aventuras que son esenciales para cualquiera que quiera disfrutar de un buen cómic donde se abordan temas serios con humor y profundidad. En estas 288 páginas vemos un vórtice de locura y claridad, el Capitán Torrezno emerge, no como un héroe perfecto, sino como un reflejo de todos nosotros: imperfecto, dubitativo, pero al final, valiente frente a lo desconocido. Este tebeo es un recordatorio de que la vida, con todas sus absurdos y tragedias, puede ser una aventura grandiosa si nos atrevemos a enfrentarla con una sonrisa y un toque de irreverencia. Y por mi parte estoy ansioso de que llegue el cuarto volumen para seguir disfrutando del micromundo creado por el gran José Hilario Viñeiredo Ulías. Pero por ahora disfrutemos de las páginas del tercer integral de «Las Aventuras del Capitán Torrezno«.

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